AUTORRETRATOS ILEGALES
"Secos naufragios"
"Muchos portugueses (¿y cuántos españoles?) murieron ahogados en el río Bidasoa cuando, noche oscura, intentaban alcanzar a nado la otra orilla, donde se decía que el paraíso de Francia comenzaba. Centenares de millares de portugueses (¿y cuántos españoles?) tuvieron que adentrarse en la llamada culta y civilizada Europa de más allá de los Pirineos (...)".
José Saramago[1]
La memoria familiar, nuestro más íntimo pasado, se construye a través del relato de nuestros abuelos, de nuestras abuelas, discurriendo a través de mirar y volver a mirar aquella caja de zapatos donde se guardan las fotografías de la familia. Fotos descoloridas por el tiempo, se comentan de generación en generación, donde las anécdotas, los flujos cotidianos, devienen verdades por medio del contar, de transmitir oralmente aquellos entuertos familiares que la voz de nuestra abuela nos relata, mezclados en las tardes de estufa, bufandas, chocolate y bizcochos.
Ésta es la memoria a la que se refiere Saramago al hablar de "los nuevos naufragios"; nuestros padres y abuelos naufragaron alguna vez, quizá en América Latina, quizá en Francia o Alemania, en el exilio involuntario del hambre. Es este cordón umbilical de la memoria de los que emigraron, la que el artista argentino Daniel Toso afincado en Barcelona recupera a través de la instalación "Proyecto Zodiac. (Auto) retratos". Un recorrido audiovisual por las voces hoy venidas de África, que traspasaron las fronteras mojadas del Estrecho de Gibraltar, antaño Bidasoa y Pirineos. Memorias húmedas, como la de los barcos de españoles que viajaron hacia América Latina, hoy secas de traspasar sus hijos los aeropuertos en sentido inverso.
La zodiac aparece en la instalación de Daniel Toso, barrada en la orilla del mar. Barrera física, que esconde las barreras simbólicas de las colas, llenas de espaldas mojadas y secas, en las delegaciones de gobierno de la ciudad. La orilla es el primer encuentro ante las fronteras de la amnesia histórica, las que no recuerdan sus anteriores exilios y enjaulan a una Europa (auto) vigilada. Imágenes, voces con relatos de otros viajes, inundaron la sala "PocsMirall" en Barcelona, sumergiéndonos en una atmósfera de proyectos futuros, de ansiedades, de sueños por hacer. Sueños visualizados vivamente, en futuro imperfecto.
Sueños que rememoran ese pasado imperfecto que muchos compartimos en fotos descoloridas. Naufragios mojados hacia países de secas memorias.
Estela Rodríguez, Barcelona, septiembre de 2004.[2]
[1] Prólogo de José Saramago. En, TÉLLEZ, Juan José. Moros en la costa. Madrid: Editorial Debate, 2001.
[2] Investigadora de la Universidad de Barcelona y curadora independiente.
"Muchos portugueses (¿y cuántos españoles?) murieron ahogados en el río Bidasoa cuando, noche oscura, intentaban alcanzar a nado la otra orilla, donde se decía que el paraíso de Francia comenzaba. Centenares de millares de portugueses (¿y cuántos españoles?) tuvieron que adentrarse en la llamada culta y civilizada Europa de más allá de los Pirineos (...)".
José Saramago[1]
La memoria familiar, nuestro más íntimo pasado, se construye a través del relato de nuestros abuelos, de nuestras abuelas, discurriendo a través de mirar y volver a mirar aquella caja de zapatos donde se guardan las fotografías de la familia. Fotos descoloridas por el tiempo, se comentan de generación en generación, donde las anécdotas, los flujos cotidianos, devienen verdades por medio del contar, de transmitir oralmente aquellos entuertos familiares que la voz de nuestra abuela nos relata, mezclados en las tardes de estufa, bufandas, chocolate y bizcochos.
Ésta es la memoria a la que se refiere Saramago al hablar de "los nuevos naufragios"; nuestros padres y abuelos naufragaron alguna vez, quizá en América Latina, quizá en Francia o Alemania, en el exilio involuntario del hambre. Es este cordón umbilical de la memoria de los que emigraron, la que el artista argentino Daniel Toso afincado en Barcelona recupera a través de la instalación "Proyecto Zodiac. (Auto) retratos". Un recorrido audiovisual por las voces hoy venidas de África, que traspasaron las fronteras mojadas del Estrecho de Gibraltar, antaño Bidasoa y Pirineos. Memorias húmedas, como la de los barcos de españoles que viajaron hacia América Latina, hoy secas de traspasar sus hijos los aeropuertos en sentido inverso.
La zodiac aparece en la instalación de Daniel Toso, barrada en la orilla del mar. Barrera física, que esconde las barreras simbólicas de las colas, llenas de espaldas mojadas y secas, en las delegaciones de gobierno de la ciudad. La orilla es el primer encuentro ante las fronteras de la amnesia histórica, las que no recuerdan sus anteriores exilios y enjaulan a una Europa (auto) vigilada. Imágenes, voces con relatos de otros viajes, inundaron la sala "PocsMirall" en Barcelona, sumergiéndonos en una atmósfera de proyectos futuros, de ansiedades, de sueños por hacer. Sueños visualizados vivamente, en futuro imperfecto.
Sueños que rememoran ese pasado imperfecto que muchos compartimos en fotos descoloridas. Naufragios mojados hacia países de secas memorias.
Estela Rodríguez, Barcelona, septiembre de 2004.[2]
[1] Prólogo de José Saramago. En, TÉLLEZ, Juan José. Moros en la costa. Madrid: Editorial Debate, 2001.
[2] Investigadora de la Universidad de Barcelona y curadora independiente.
PROJECTo ZÓDIAC/ autoRETRATOS ILEGALES
El flujo hacia Europa a través del mediterráneo
El proyecto zódiac se basa principalmente en el interés por lo que ocurre en una de las tantas zonas límites de desequilibrios económico sociales entre regiones económicamente “desarrolladas” y otras, casos similares se repiten por ejemplo en la frontera entre México y Estados Unidos; la disparidad económica entre los EE.UU. y México es mayor que la que aparece entre dos países vecinos cualesquiera del mundo. La subida de la industria Maquiladora (fábricas de propiedad norteamericana que emplean mano de obra mexicana barata y que están exentas de regulaciones y tarifas de comercio stándars)
Según un informe de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, entre el 1 de octubre del año 2002 y el 30 de septiembre de 2003 se superaron los 60 millones de toneladas de tráfico total de mercancías y movió más de 2,5 millones de teus. Por su parte, el puerto de Tarifa, que desde el pasado 1 de septiembre es Frontera Exterior Schengen de la Unión Europea, registró durante el mes de septiembre el mayor crecimiento de tráficos, con un 387 por ciento más en el de vehículos y un 328 por ciento de aumento en el tráfico de pasajeros.
El Puerto Bahía de Algeciras es sin lugar a dudas un puente marítimo directo con el Norte de África. Así lo refleja el tráfico de pasajeros y vehículos en los buques que operan en el Estrecho. Cada año transitan más de 4 millones de personas y se supera el 1.000.000 de vehículos según la misma fuente
Nueve líneas marítimas conectan los continentes europeo y africano: TRASMEDITERRÁNEA, COMARIT, LIMADET FERRY, LÍNEAS MARÍTIMAS EUROPEAS, COMANAV, BUQUEBÚS, EUROFERRYS, FRS y IMTC. Además de los buques Ro-Ro, se ofrecen trayectos rápidos en los Fast-ferry de TRASMEDITERRÁNEA, BUQUEBÚS y EUROFERRYS que son capaces de transportar pasajeros y vehículos desde Algeciras a Ceuta en tan sólo 30 minutos. Igualmente desde Tarifa se ofrecen servicios de Fast Ferry con destino a Tánger, en concreto la compañía FRS realiza el trayecto en sólo 35 minutos
Contrasta este impresionante despliegue de medios y de actividad económica, de tránsito de pasajeros y mercancías, con la realidad del cierre y control de fronteras para los inmigrantes pobres que está convirtiendo el area del Estrecho en la tumba africana. Se trata sin duda de un ejemplo paradigmático de la llamada globalización capitalista: es la paradoja de la libre circulación para los capitales y mercancías y las murallas y alambradas para seres humanos.
No siempre ha sido exactamente así. De hecho, hasta finales de la década de los 80 el tránsito por el Estrecho era una realidad relativamente fluida entre ambos continentes. Muy especialmente entre Marruecos y Andalucía. Antes de esa fecha, si bien había un cierto control de entradas, no era preciso el visado para acceder a España desde Marruecos. No es casual que el contingente mas importante de extranjeros en Andalucía sea con diferencia el de marroquíes, que supone prácticamente el 25% del total de extranjeros residentes.
Antes de esa fecha, durante el protectorado se produjo una fuerte migración desde Europa hacia el Magreb. De hecho, en 1956 vivían 650.000 europeos en Marruecos (un 8% de la población marroquí de la época). En España pese al fuerte incremento de inmigración en los últimos años, el porcentaje de extranjeros (del Norte y del Sur) se sitúa en el 3,24% con respecto a la población española.
Schengen: la Europa Fortaleza. Esta situación (de cierta libertad de tránsito hasta ese momento poco conflictiva) se modifica hacia mediados de los 80 con la aprobación por el gobierno del PSOE de la Ley de Extranjería 7/85 de 1985. La aprobación de esta Ley origina una grave crisis e importantes disturbios en las ciudades de Ceuta y Melilla al intentar aplicarla a la población de origen marroquí.
El 2 de noviembre de 1989, se recogen los primeros cadáveres en las playas de Tarifa al naufragar una patera.
La asociación "pateras de la vida" de Larache y el colectivo "al khaima de sevilla" ha sabido por medios propios, que las autoridades marroquíes prepararon la repatriación por avión a su país de origen de inmigrantes subsaharianos desde el aeropuerto de la población de Oujda, fronteriza de Argelia. Todos estos candidatos de la emigración clandestina detenidos son de nacionalidad nigeriana.
"pateras de la vida" y "al khaima de sevilla", declaran su repulsa a que Marruecos se convierta en un gendarme para la vigilancia del Mediaterráneo y el control del flujo migratorio de los subsaharianos hacia Europa.
Estas dos asociaciones se hacen la siguiente cuestión:
-¿es que acaso ha entrado en vigor el acuerdo bilateral entre España y Marruecos para la acogida de los inmigrantes clandestinos detenidos en España y recibidos por Marruecos, encargado de su repatriación mediante los fondos europeos?
¿Acaso estos inmigrantes subsaharianos han aceptado ser repatriados a sus países voluntariamente, o bien han sido obligados contra su voluntad?. Esto último constituye una violación flagrante del derecho de circulación libre estipulado en las convenciones internacionales de derechos humanos, que Marruecos ha ratificado.
Finalmente los firmantes de este comunicado declaran su repulsa a que Marruecos se convierta en un gendarme de la vigilancia del Mediterráneo y del control del flujo migratorio de los subsaharianos hacia Europa, mientras que el verdadero trato de este fenómeno económico debería de estar basado en una aproximación humanitaria que garantize la repartición equitativa de la riqueza en el mundo y el sostén de no importe cual proyecto político de los países exportadores de este azote, con el objetivo de lograr una verdadera democracia en estos países, para asegurar un futuro próspero y un nivel de vida estable y digno para la juventud del sur del mediterráneo que es víctima de la marginalización y la exclusión social, razones estas que impulsan a los ciudadanos de África a arriesgar sus vidas en las embarcaciones de muerte que atraviesan el estrecho ilegalmente para la búsqueda de “el dorado europeo”.
El crecimiento notable de los flujos migratorios marroquíes hacia España desde finales de la década del 80 puso en primer plano la cuestión de la frontera. De su percepción como una puerta abierta a la circulación de mercancías y tránsito hacia el norte de Europa se pasó a una visión de la frontera que se cierra cada vez más frente a la libre circulación de los hombres, pero que se queda, al mismo tiempo, abierta para la entrada en Marruecos de productos de contrabando. La consolidación de la frontera como una barrera separatoria o pasaje cada vez mas restringido contribuye a que su cruce sea percibido como el acontecimiento de mayor importancia en la trayectoria migratoria.
Más lejos aún asistimos tanto en España como en Marruecos a una “vicialización” de la frontera a través de la cual se intercambian varios tipos de vicio y donde varios cruzadores de la frontera se dedican a manipular lo prohibido: drogas, alcohol, prostitución, corrupción, contrabando, y como no la emigración ilegal. De tal forma que la frontera termina adquiriendo la imagen de una zona sumamente negativa y malsana.
……………………………………………………
Al llegar a España, el inmigrante marroquí se dá cuenta de toda la distancia que separa la España soñada con la España real. Nota que:
-el “rechazo social al moro está en el aire”;
-“los marroquíes eran mejor tratados en España en tiempos de Franco”;
-forma parte de la comunidad extranjera que más sufre de discriminación (CIS);
-sus condiciones de vida dejan mucho que desear (UGT);
-etc.
Y todo ello, sin los atenuantes de ser europeo, latinoamericano, o católico; sino más bien con la singularidad de ser un inmigrante, y más aún, un musulmán, con fuertes lazos respecto a su cultura y sociedad de origen, y con todas las resistencias que ello conlleva de cara a la participación en ciertos aspectos de la cultura española.
El inmigrante marroquí se siente afectado por las actitudes discriminatorias, y se sabe despreciado y mal visto en ciertos medios sociales españoles. Sabe que y por ser moro, está de antemano en una situación de defensa, de necesidad de demostrar que es diferente de los moros malos. Lo que se traduce, de su parte, por ciertas tendencias al aislamiento y la automarginación, y por una “cierta manía persecutoria que le hace interpretar como agresiones racistas desencuentros de muy diferente índole”
Tratando de explicar esa imagen negativa del moro, algunos intelectuales e investigadores españoles tales como Juan Goytisolo, M.R. de Madariaga o S. Veredas, refieren a lo psicológico, considerando que el rechazo proviene quizás de lo que representa el moro como proyección de una cierta imagen que algunos españoles tienen sobre ellos mismos y de la cual desean desprenderse, como “espejo – según Goytisolo- en el que de algún modo nos vemos reflejados, la imagen exterior de nosotros nos interroga e inquieta”. A pesar de ocho siglos de interacción e intercambios múltiples, muchos españoles no aceptan identificarse con el moro en ninguna parcela de su vida social y cultural, sino que tienden más bien a distinguirse de él afirmando su superioridad y pertenencia europea.[1]
Conviene señalar que el planteamiento que se hace de la adaptación de los inmigrantes a nuestros valores y costumbres constituye una simplificación muy alejada de la realidad de las cosas, ya que parte de supuestos como: primero, que los autóctonos tenemos todos unos mismos valores y costumbres; segundo, que todos nuestros valores y costumbres son mejores que cualquiera de los valores y costumbres de las personas inmigradas; y tercero, que podemos hacer una lista de valores y costumbres que pueda ser entregada a los inmigrantes para que sepan a qué deben adaptarse exactamente. [2]
El proyecto zódiac, auto retratos ilegales parte de la investigación sobre lo que ha sucedido y sucede a partir de fines de la década del ochenta con la inmigración desde Africa a Europa y de entrevistas realizadas a personas que han podido llegar e instalarse en Barcelona, en estas entrevistas existe un interés especial sobre la experiencia del viaje a través del estrecho y como determina su vida, a través de un relato pormenorizado de la memoria sobre la preparación del viaje, la travesía y los primeros tiempos en España. Otro de los puntos de interés en la entrevista sería la impresión personal sobre las preguntas típicas: si le gusta más vivir aquí o en su país de orígen, si se siente dicriminado o no, si le a costado mucho la “adaptación”, qué es lo que más extraña de su país y porqué se ha ido de su lugar.
El objetivo de las entrevistas es principalmente atender a lo que un migrante nos puede comunicar y entonces conocerlo “realmente”, a al menos tener un contacto directo, Nadja Monet[3] en La formación del espacio público nos dice: La imagen del otro se elabora mediante procesos de reducción, de generalización, ocultando las caras de la realidad. A menudo, la alteridad está cercada de categorías cerradas. En tanto que individuo, el que pertenece a un grupo rival es, ante todo, definido por una desvalorizante figura arquetípica de su categoría étnica. Aquella le hace las veces de cultura hasta en las relaciones cotidianas del vecindario. La figura de “sudacas”, “moros”, “guiris” o “catalans” sobrepasa las características individuales. Cada uno encuentra diferencias donde quiere mostrar claramente una frontera.
A su vez cita a J . Larrosa y N. Pérez: Somos nosotros los que decidimos como es el otro, que es lo que les falta, qué es lo que necesita, cuales son sus carencias y sus aspiraciones. Y la otredad del otro queda como reabsorbida en nuestra identidad y la refuerza aún más; la hace si cabe, más arrogante, más segura y más satisfecha de sí misma (1997: 8).
A partir de este material se realizan:
1.- Una serie de tres retratos que se materializan en murales/instalaciones de dimensiones variables que se adaptan a las medidas de la sala. Los retratos se realizan con objetos pertenecientes a los entrevistados, elementos hechos a partir de éstos, o a partir de sus relatos; dibujos y fotos. En lo posible se realizarán en forma conjunta, el retratado también se “auto retrata” e interfiere en la obra.
2.- Se editan las entrevistas para poder ser proyectadas en otra sala sobre un juego de espejos que parten la imagen en dos campos; una parte se proyecta sobre una de las paredes y la otra sobre el interior de una pequeña zódiac, la alusión a la partición de la propia y única imagen, en la que tiene el migrante en el país de orígen y la que ha formado en el que ha llegado (otra vida donde tiene la oportunidad de empezar de cero pero con un bagaje de experiencias)
3.- La zódiac se encuentra encallada en una costa rocosa, formada por una pendiente de rocas desde uno de los muros de la sala y su parte posterior flota en un espejo de agua poco profundo, los espectadores pueden ver las imágenes proyectadas en el interior de la zódiac si caminan sobre las rocas y atentos al lugar donde están parados, (podrían pisar el agua); el audio unifica la imagen partida.
4.- En la sala de los retratos se integra una mesa con información y publicaciones referidas al tema y un ordenador con un cd interactivo.
[1] Mokhtar El Harras. Profesor titular de Sociología (Universidad Mohamed V Agdal, Rabat), en Inmigración y cultura, Manuel Delgado ed., Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Barcelona, 2003.
[2] Miguel Pajares. Presidente de la Comisión de Políticas Europeas del Foro de la Inmigración, en Inmigración y cultura, Manuel Delgado ed., Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.Barcelona, 2003.
[3] Nadja Monet, La formación del espacio público. Una mirada etnológica sobre el Casc Antic de Barcelona. Los libros de la catarata, Barcelona 2002.
El flujo hacia Europa a través del mediterráneo
El proyecto zódiac se basa principalmente en el interés por lo que ocurre en una de las tantas zonas límites de desequilibrios económico sociales entre regiones económicamente “desarrolladas” y otras, casos similares se repiten por ejemplo en la frontera entre México y Estados Unidos; la disparidad económica entre los EE.UU. y México es mayor que la que aparece entre dos países vecinos cualesquiera del mundo. La subida de la industria Maquiladora (fábricas de propiedad norteamericana que emplean mano de obra mexicana barata y que están exentas de regulaciones y tarifas de comercio stándars)
Según un informe de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, entre el 1 de octubre del año 2002 y el 30 de septiembre de 2003 se superaron los 60 millones de toneladas de tráfico total de mercancías y movió más de 2,5 millones de teus. Por su parte, el puerto de Tarifa, que desde el pasado 1 de septiembre es Frontera Exterior Schengen de la Unión Europea, registró durante el mes de septiembre el mayor crecimiento de tráficos, con un 387 por ciento más en el de vehículos y un 328 por ciento de aumento en el tráfico de pasajeros.
El Puerto Bahía de Algeciras es sin lugar a dudas un puente marítimo directo con el Norte de África. Así lo refleja el tráfico de pasajeros y vehículos en los buques que operan en el Estrecho. Cada año transitan más de 4 millones de personas y se supera el 1.000.000 de vehículos según la misma fuente
Nueve líneas marítimas conectan los continentes europeo y africano: TRASMEDITERRÁNEA, COMARIT, LIMADET FERRY, LÍNEAS MARÍTIMAS EUROPEAS, COMANAV, BUQUEBÚS, EUROFERRYS, FRS y IMTC. Además de los buques Ro-Ro, se ofrecen trayectos rápidos en los Fast-ferry de TRASMEDITERRÁNEA, BUQUEBÚS y EUROFERRYS que son capaces de transportar pasajeros y vehículos desde Algeciras a Ceuta en tan sólo 30 minutos. Igualmente desde Tarifa se ofrecen servicios de Fast Ferry con destino a Tánger, en concreto la compañía FRS realiza el trayecto en sólo 35 minutos
Contrasta este impresionante despliegue de medios y de actividad económica, de tránsito de pasajeros y mercancías, con la realidad del cierre y control de fronteras para los inmigrantes pobres que está convirtiendo el area del Estrecho en la tumba africana. Se trata sin duda de un ejemplo paradigmático de la llamada globalización capitalista: es la paradoja de la libre circulación para los capitales y mercancías y las murallas y alambradas para seres humanos.
No siempre ha sido exactamente así. De hecho, hasta finales de la década de los 80 el tránsito por el Estrecho era una realidad relativamente fluida entre ambos continentes. Muy especialmente entre Marruecos y Andalucía. Antes de esa fecha, si bien había un cierto control de entradas, no era preciso el visado para acceder a España desde Marruecos. No es casual que el contingente mas importante de extranjeros en Andalucía sea con diferencia el de marroquíes, que supone prácticamente el 25% del total de extranjeros residentes.
Antes de esa fecha, durante el protectorado se produjo una fuerte migración desde Europa hacia el Magreb. De hecho, en 1956 vivían 650.000 europeos en Marruecos (un 8% de la población marroquí de la época). En España pese al fuerte incremento de inmigración en los últimos años, el porcentaje de extranjeros (del Norte y del Sur) se sitúa en el 3,24% con respecto a la población española.
Schengen: la Europa Fortaleza. Esta situación (de cierta libertad de tránsito hasta ese momento poco conflictiva) se modifica hacia mediados de los 80 con la aprobación por el gobierno del PSOE de la Ley de Extranjería 7/85 de 1985. La aprobación de esta Ley origina una grave crisis e importantes disturbios en las ciudades de Ceuta y Melilla al intentar aplicarla a la población de origen marroquí.
El 2 de noviembre de 1989, se recogen los primeros cadáveres en las playas de Tarifa al naufragar una patera.
La asociación "pateras de la vida" de Larache y el colectivo "al khaima de sevilla" ha sabido por medios propios, que las autoridades marroquíes prepararon la repatriación por avión a su país de origen de inmigrantes subsaharianos desde el aeropuerto de la población de Oujda, fronteriza de Argelia. Todos estos candidatos de la emigración clandestina detenidos son de nacionalidad nigeriana.
"pateras de la vida" y "al khaima de sevilla", declaran su repulsa a que Marruecos se convierta en un gendarme para la vigilancia del Mediaterráneo y el control del flujo migratorio de los subsaharianos hacia Europa.
Estas dos asociaciones se hacen la siguiente cuestión:
-¿es que acaso ha entrado en vigor el acuerdo bilateral entre España y Marruecos para la acogida de los inmigrantes clandestinos detenidos en España y recibidos por Marruecos, encargado de su repatriación mediante los fondos europeos?
¿Acaso estos inmigrantes subsaharianos han aceptado ser repatriados a sus países voluntariamente, o bien han sido obligados contra su voluntad?. Esto último constituye una violación flagrante del derecho de circulación libre estipulado en las convenciones internacionales de derechos humanos, que Marruecos ha ratificado.
Finalmente los firmantes de este comunicado declaran su repulsa a que Marruecos se convierta en un gendarme de la vigilancia del Mediterráneo y del control del flujo migratorio de los subsaharianos hacia Europa, mientras que el verdadero trato de este fenómeno económico debería de estar basado en una aproximación humanitaria que garantize la repartición equitativa de la riqueza en el mundo y el sostén de no importe cual proyecto político de los países exportadores de este azote, con el objetivo de lograr una verdadera democracia en estos países, para asegurar un futuro próspero y un nivel de vida estable y digno para la juventud del sur del mediterráneo que es víctima de la marginalización y la exclusión social, razones estas que impulsan a los ciudadanos de África a arriesgar sus vidas en las embarcaciones de muerte que atraviesan el estrecho ilegalmente para la búsqueda de “el dorado europeo”.
El crecimiento notable de los flujos migratorios marroquíes hacia España desde finales de la década del 80 puso en primer plano la cuestión de la frontera. De su percepción como una puerta abierta a la circulación de mercancías y tránsito hacia el norte de Europa se pasó a una visión de la frontera que se cierra cada vez más frente a la libre circulación de los hombres, pero que se queda, al mismo tiempo, abierta para la entrada en Marruecos de productos de contrabando. La consolidación de la frontera como una barrera separatoria o pasaje cada vez mas restringido contribuye a que su cruce sea percibido como el acontecimiento de mayor importancia en la trayectoria migratoria.
Más lejos aún asistimos tanto en España como en Marruecos a una “vicialización” de la frontera a través de la cual se intercambian varios tipos de vicio y donde varios cruzadores de la frontera se dedican a manipular lo prohibido: drogas, alcohol, prostitución, corrupción, contrabando, y como no la emigración ilegal. De tal forma que la frontera termina adquiriendo la imagen de una zona sumamente negativa y malsana.
……………………………………………………
Al llegar a España, el inmigrante marroquí se dá cuenta de toda la distancia que separa la España soñada con la España real. Nota que:
-el “rechazo social al moro está en el aire”;
-“los marroquíes eran mejor tratados en España en tiempos de Franco”;
-forma parte de la comunidad extranjera que más sufre de discriminación (CIS);
-sus condiciones de vida dejan mucho que desear (UGT);
-etc.
Y todo ello, sin los atenuantes de ser europeo, latinoamericano, o católico; sino más bien con la singularidad de ser un inmigrante, y más aún, un musulmán, con fuertes lazos respecto a su cultura y sociedad de origen, y con todas las resistencias que ello conlleva de cara a la participación en ciertos aspectos de la cultura española.
El inmigrante marroquí se siente afectado por las actitudes discriminatorias, y se sabe despreciado y mal visto en ciertos medios sociales españoles. Sabe que y por ser moro, está de antemano en una situación de defensa, de necesidad de demostrar que es diferente de los moros malos. Lo que se traduce, de su parte, por ciertas tendencias al aislamiento y la automarginación, y por una “cierta manía persecutoria que le hace interpretar como agresiones racistas desencuentros de muy diferente índole”
Tratando de explicar esa imagen negativa del moro, algunos intelectuales e investigadores españoles tales como Juan Goytisolo, M.R. de Madariaga o S. Veredas, refieren a lo psicológico, considerando que el rechazo proviene quizás de lo que representa el moro como proyección de una cierta imagen que algunos españoles tienen sobre ellos mismos y de la cual desean desprenderse, como “espejo – según Goytisolo- en el que de algún modo nos vemos reflejados, la imagen exterior de nosotros nos interroga e inquieta”. A pesar de ocho siglos de interacción e intercambios múltiples, muchos españoles no aceptan identificarse con el moro en ninguna parcela de su vida social y cultural, sino que tienden más bien a distinguirse de él afirmando su superioridad y pertenencia europea.[1]
Conviene señalar que el planteamiento que se hace de la adaptación de los inmigrantes a nuestros valores y costumbres constituye una simplificación muy alejada de la realidad de las cosas, ya que parte de supuestos como: primero, que los autóctonos tenemos todos unos mismos valores y costumbres; segundo, que todos nuestros valores y costumbres son mejores que cualquiera de los valores y costumbres de las personas inmigradas; y tercero, que podemos hacer una lista de valores y costumbres que pueda ser entregada a los inmigrantes para que sepan a qué deben adaptarse exactamente. [2]
El proyecto zódiac, auto retratos ilegales parte de la investigación sobre lo que ha sucedido y sucede a partir de fines de la década del ochenta con la inmigración desde Africa a Europa y de entrevistas realizadas a personas que han podido llegar e instalarse en Barcelona, en estas entrevistas existe un interés especial sobre la experiencia del viaje a través del estrecho y como determina su vida, a través de un relato pormenorizado de la memoria sobre la preparación del viaje, la travesía y los primeros tiempos en España. Otro de los puntos de interés en la entrevista sería la impresión personal sobre las preguntas típicas: si le gusta más vivir aquí o en su país de orígen, si se siente dicriminado o no, si le a costado mucho la “adaptación”, qué es lo que más extraña de su país y porqué se ha ido de su lugar.
El objetivo de las entrevistas es principalmente atender a lo que un migrante nos puede comunicar y entonces conocerlo “realmente”, a al menos tener un contacto directo, Nadja Monet[3] en La formación del espacio público nos dice: La imagen del otro se elabora mediante procesos de reducción, de generalización, ocultando las caras de la realidad. A menudo, la alteridad está cercada de categorías cerradas. En tanto que individuo, el que pertenece a un grupo rival es, ante todo, definido por una desvalorizante figura arquetípica de su categoría étnica. Aquella le hace las veces de cultura hasta en las relaciones cotidianas del vecindario. La figura de “sudacas”, “moros”, “guiris” o “catalans” sobrepasa las características individuales. Cada uno encuentra diferencias donde quiere mostrar claramente una frontera.
A su vez cita a J . Larrosa y N. Pérez: Somos nosotros los que decidimos como es el otro, que es lo que les falta, qué es lo que necesita, cuales son sus carencias y sus aspiraciones. Y la otredad del otro queda como reabsorbida en nuestra identidad y la refuerza aún más; la hace si cabe, más arrogante, más segura y más satisfecha de sí misma (1997: 8).
A partir de este material se realizan:
1.- Una serie de tres retratos que se materializan en murales/instalaciones de dimensiones variables que se adaptan a las medidas de la sala. Los retratos se realizan con objetos pertenecientes a los entrevistados, elementos hechos a partir de éstos, o a partir de sus relatos; dibujos y fotos. En lo posible se realizarán en forma conjunta, el retratado también se “auto retrata” e interfiere en la obra.
2.- Se editan las entrevistas para poder ser proyectadas en otra sala sobre un juego de espejos que parten la imagen en dos campos; una parte se proyecta sobre una de las paredes y la otra sobre el interior de una pequeña zódiac, la alusión a la partición de la propia y única imagen, en la que tiene el migrante en el país de orígen y la que ha formado en el que ha llegado (otra vida donde tiene la oportunidad de empezar de cero pero con un bagaje de experiencias)
3.- La zódiac se encuentra encallada en una costa rocosa, formada por una pendiente de rocas desde uno de los muros de la sala y su parte posterior flota en un espejo de agua poco profundo, los espectadores pueden ver las imágenes proyectadas en el interior de la zódiac si caminan sobre las rocas y atentos al lugar donde están parados, (podrían pisar el agua); el audio unifica la imagen partida.
4.- En la sala de los retratos se integra una mesa con información y publicaciones referidas al tema y un ordenador con un cd interactivo.
[1] Mokhtar El Harras. Profesor titular de Sociología (Universidad Mohamed V Agdal, Rabat), en Inmigración y cultura, Manuel Delgado ed., Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Barcelona, 2003.
[2] Miguel Pajares. Presidente de la Comisión de Políticas Europeas del Foro de la Inmigración, en Inmigración y cultura, Manuel Delgado ed., Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.Barcelona, 2003.
[3] Nadja Monet, La formación del espacio público. Una mirada etnológica sobre el Casc Antic de Barcelona. Los libros de la catarata, Barcelona 2002.