Conferencias y Publicaciones
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Conceito da Arte e da Performance
De la estetización al arte colaborativo
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Jornadas /Encuentro PRODUCCIÓN DE ESPACIOS CULTURALES EXPERIENCIAS COMPARADAS - Agosto 2015 / FAU UNLP Argentina.
Organización
Arq. Daniel Toso
Coordinación
Arq. Fabiana Carbonari -Programa PRIx-FAU
Auspicio
CAPBA 1 Ext. Cultural / FAU- UNLP /FBA- UNLP/
EL ESPACIO (VACÍO / LLENO) COMUNICA INFORMACIÓN
EL OBJETO-SUJETO COMO EXPERIENCIA La difusión de una práctica relativamente nueva que asiste a la concepción actual de la museología y la museografía en todas las escalas, (dentro y fuera de las instituciones y museos), donde el trabajo multidisciplinar es la clave para conseguir los objetivos, (colaboración), donde los contenidos y el respeto de su selección participada es la clave para la determinación de usos y recorridos, espacios, clasificación o creación del acervo, formas de mostrar, recursos audiovisuales a utilizar o como gestionar las actividades de extensión y formación, (apertura de la relación espacio / objeto/ sujeto). Los espacios se vuelven difusos a través del movimiento de la información, somos sujetos activos e informados, somos comunicadores, no hay límites entre lo que se percibe y el receptor. Son muchos los ámbitos diferentes de trabajo, comparar experiencias y verificar metodologías posibles es parte de esta comunicación. Podemos estar hablando de un espacio de la memoria histórica, de un espacio de experimentación científica, de la presentación de un lugar o región, de la presentación de conflictos, de pérdidas, de la calle, del paisaje, en fin de entregar recursos para que los que experimentan se sientan que ganan confianza en sí mismos y en los otros, (su entorno). Los espacios que se generan materiales e inmateriales, físicos permanentes o efímeros - frágiles, se yuxtaponen con una situación pre existente, condicionante, la convivencia o no depende de nosotros. La “marca en la memoria”, los filtros, la apropiación o la indiferencia no dependen de la dimensión material, una parva de paja de lino en el campo en un atardecer de verano en la pampa, o la glicina del patio donde aprendimos a caminar debe ser una experiencia semejante a las vividas en los espacios que se crean para poder ejercer el derecho de aprehender, interactuar , contar, jugar, tocar, oler y ser conscientes que tenemos capacidades “ocultas” , que cuando rompemos la barrera de miedo y autocensura, saliendo de la tan mencionada “comfort zone”, experimentamos “realmente” y nos sentimos, navegamos en la incertidumbre, en el desconcierto, nos hacemos preguntas, tratamos de inventar herramientas para encontrar las salidas, resolver los acertijos.
En estos últimos años hemos conocido una mecánica que crea espacios culturales para desarrollar espacios urbanos o transmutar espacios degradados en “turístico-culturales”, ”típicos”, haciendo una selección programada por un sector político-cultural, que decide que vale y que no, a través de la manipulación del precio del metro cuadrado que expulsa a los habitantes naturales del barrio y mantiene la cartapesta de las fachadas, la cáscara, los arcos de piedra, el esqueleto del viejo mercado, la chimenea de la vieja fábrica, mientras las vivencias se matan, los encuentros se pierden, la vieja piedra marcada por el uso de cientos de años se cambia por un paralelepípedo de insulso granito, las veredas se ensanchan para que los ricos turistas puedan caminar lentamente con sus grandes bolsas de marcas sin chocarse, mirando hacia abajo, en dirección al iPad. ¿Es posible trabajar en una dirección distinta?.