Violencia y dominio.
Benjamin insistirá en que se debe hacer justicia a lo que es, a lo conocido, propone pensar en la verdad como un campo más de lucha, de disputa por el sentido, entendiéndola así como eje de relaciones que también traen aparejada violencia y dominio. Por ello, una crítica de la violencia y de las formas burguesas de dominación conllevará necesariamente una transformación de los modos del conocer, una invitación a gestar lazos entre el conocimiento y la política, y particularmente, también con el arte.